#ANIVERSARY
Katy Perry ama a México
La cantante estadunidense hizo vibrar a más de 23 mil personas, la mayoría jóvenes, que disfrutaron de su primer show en el Palacio de los Deportes

La cantante estadunidense hizo vibrar a las 23 mil personas que la acompañaron en el primer show que ofreció en el Palacio de los Deportes.


Antes de salir al escenario, Katy Perry fue sorprendida por los ejecutivos de su compañía disquera, quienes le entregaron un reconocimiento por las altas ventas de sus discos.

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Katy Perry no necesita escupirle a susfans para ganarse su confianza; se toma fotografías con ellos y les graba saludos en sus teléfonos celulares. Katy Perry no necesita que uno de sus bailares se golpee la bandera mexicana en el trasero para arrancar aplausos del público; la ondea con una de sus manos y al final la pone sobre su pecho en señal de respeto.
Invita a sus seguidores a amarse los unos a los otros, sin importar género o nacionalidad. Sabe quiénes son sus seguidores -niños, adolescentes y jóvenes- y por ello aprovecha su posición de estrella del pop para acercarse a ellos.
En el primero de sus dos shows en la capital mexicana, realizado anoche en el Palacio de los Deportes como parte de su
Prismatic World Tour, no hay senos al descubierto ni movimientos sexuales, sino apenas shorts y algunos bikinis que utilizan las chicas californianas, como lo es Katy Perry.
Hombres con lanzas sobre el escenario, otros descendiendo de estructuras metálicas sostenidos por cuerdas y armonías de Roarhicieron que la multitud gritara desenfrenada.
Y sólo el desenfreno lleno de pop melódico, colores pastel y un ambiente familiar, que hicieran que Perry fuera escogida por la NFL para amenizar el medio tiempo de su próximo encuentro, fue lo que se vivió la noche de ayer, cuando arrancó el show, a las 21:16 horas.
Las caras de un gran prisma comenzaron a levantarse del piso para quedar formado sobre el escenario y posteriormente abrirse como cuando una flor esta lista para florecer. De ahí surgió Katy Perry, quien fue recibida por la fanaticada como si fuera una diosa.
Y no fue para menos, así la ven las miles de personas que acudieron al Domo de Cobre y que la saludaron con gritos y aplausos que ensordecen.
Los movimientos de un lado a otro del escenario, y su salto en cuerda mientras su traje metálico de dos piezas brilla de las orillas con franjas de color rosa y verde pastel, demuestran la condición física de la joven que el 25 de octubre cumplirá 30 años.
Tras Part of Me y Wide Awake, Katy saludó al público.
“¿Cómo están? Los conozco desde hace mucho. Bienvenidos al Prismatic World Tour.
“Esta noche va a ser muy especial. Vamos a sudar mucho. ¿Están listos para hacerlo?
“Puedo ver los disfraces. Vamos. Esto sólo sucede en este momento”, dijo Perry para seguir su show con This Moment y Love Me, en el fragmento denominado Prismatic.
Instantes después el enigmático Egipto se apoderó del escenario con Dark Horse y la californiana vestida al estilo Cleopatra, montada sobre un caballo dorado que parecía ser real.
Así inició el espacio denominado Egipcio, que continuó con temas comoE.T. -en el que Katy se colgó por medio de un arnés a una estructura metálica-, Legendary Lovers y uno de sus primeros éxitos: I Kissed a Girl, en el que hubo momias con el trasero y los pechos exagerados, fuego y músicos volando.
Un gato negro -una de las fascinaciones de Katy- proyectado sobre unas pantallas gigantes al fondo del escenario, daban la bienvenida al espacioCat-Oure.
Gatos danzaban sobre el escenario-al más puro estilo del musical Cats- mientras la intérprete daba rienda suelta a Hot N Cold, con arreglos de grandes bandas y jazz, y vestida de rosa con orejas del mismo color.
“De Tokio a México” dijo mientras cantaba International Vogue Smile. Para rematar con el sampleo del tema Vogue, de Madonna.
Disfraces, coreografías elaboradas, pasarelas sobre el escenario y luces multicolores dieron paso al momento acústico. Antes de cantar By The Grace of God, dedicada a sus fanáticos, a los que denomina katykats y en la que las luces de los celulares alumbraban el lugar, Perry se cambió de ropa a “algo mas brillante”, dijo.
Presumió su pelo de arcoíris, preguntó quién estaba sudando y cuántos estaban ahí por primera vez. Casi al final de Grace of God, un fan le entregó una bandera mexicana, que Katy ondeó y la puso sobre su pecho.
Antes de cantar The One That Got Away dijo amar la Ciudad de México, lo que había comido y catalogó a los mexicanos como sus mejores fans. “Es verdad”, dijo. Y también presumió su visita a la Casa Azul de Frida Kahlo, quien consideró como la mujer más fuerte que ha conocido y “¡ella es mexicana!”, gritó, para dar paso a Unconditionally.
El ambiente festivo regresó con sampleos de éxitos de los años 80 y 90, aunque dada la edad de sus seguidores, nadie parecía emocionarse. Fue hasta que Perry apareció para cantar Walking on Air, que la audiencia volvió a conectarse y terminar de enloquecer cuando parecía que caminaba sobre el aire, como dice la melodía, al momento de ser colgada de un arnés y recorrer la mitad del escenario sostenida encima del público.
Así siguieron It Takes Two, Last Friday Night, Cali Gurls, Birthday yFirework.
A las 23:43 regresó a su hotel en Paseo de la Reforma para descansar y alistarse para su segundo show en el DF.
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Katy Perry no necesita escupirle a susfans para ganarse su confianza; se toma fotografías con ellos y les graba saludos en sus teléfonos celulares. Katy Perry no necesita que uno de sus bailares se golpee la bandera mexicana en el trasero para arrancar aplausos del público; la ondea con una de sus manos y al final la pone sobre su pecho en señal de respeto.
Invita a sus seguidores a amarse los unos a los otros, sin importar género o nacionalidad. Sabe quiénes son sus seguidores -niños, adolescentes y jóvenes- y por ello aprovecha su posición de estrella del pop para acercarse a ellos.
En el primero de sus dos shows en la capital mexicana, realizado anoche en el Palacio de los Deportes como parte de su
Prismatic World Tour, no hay senos al descubierto ni movimientos sexuales, sino apenas shorts y algunos bikinis que utilizan las chicas californianas, como lo es Katy Perry.
Hombres con lanzas sobre el escenario, otros descendiendo de estructuras metálicas sostenidos por cuerdas y armonías de Roar hicieron que la multitud gritara desenfrenada.
Y sólo el desenfreno lleno de pop melódico, colores pastel y un ambiente familiar, que hicieran que Perry fuera escogida por la NFL para amenizar el medio tiempo de su próximo encuentro, fue lo que se vivió la noche de ayer, cuando arrancó el show, a las 21:16 horas.
Las caras de un gran prisma comenzaron a levantarse del piso para quedar formado sobre el escenario y posteriormente abrirse como cuando una flor esta lista para florecer. De ahí surgió Katy Perry, quien fue recibida por la fanaticada como si fuera una diosa.
Y no fue para menos, así la ven las miles de personas que acudieron al Domo de Cobre y que la saludaron con gritos y aplausos que ensordecen.
Los movimientos de un lado a otro del escenario, y su salto en cuerda mientras su traje metálico de dos piezas brilla de las orillas con franjas de color rosa y verde pastel, demuestran la condición física de la joven que el 25 de octubre cumplirá 30 años.
Tras Part of Me y Wide Awake, Katy saludó al público.
“¿Cómo están? Los conozco desde hace mucho. Bienvenidos al Prismatic World Tour.
“Esta noche va a ser muy especial. Vamos a sudar mucho. ¿Están listos para hacerlo?
“Puedo ver los disfraces. Vamos. Esto sólo sucede en este momento”, dijo Perry para seguir su show con This Moment y Love Me, en el fragmento denominado Prismatic.
Instantes después el enigmático Egipto se apoderó del escenario con Dark Horse y la californiana vestida al estilo Cleopatra, montada sobre un caballo dorado que parecía ser real.
Así inició el espacio denominado Egipcio, que continuó con temas como E.T.-en el que Katy se colgó por medio de un arnés a una estructura metálica-,Legendary Lovers y uno de sus primeros éxitos: I Kissed a Girl, en el que hubo momias con el trasero y los pechos exagerados, fuego y músicos volando.
Un gato negro -una de las fascinaciones de Katy- proyectado sobre unas pantallas gigantes al fondo del escenario, daban la bienvenida al espacioCat-Oure.
Gatos danzaban sobre el escenario-al más puro estilo del musical Cats- mientras la intérprete daba rienda suelta a Hot N Cold, con arreglos de grandes bandas y jazz, y vestida de rosa con orejas del mismo color.
“De Tokio a México” dijo mientras cantaba International Vogue Smile. Para rematar con el sampleo del tema Vogue, de Madonna.
Disfraces, coreografías elaboradas, pasarelas sobre el escenario y luces multicolores dieron paso al momento acústico. Antes de cantar By The Grace of God, dedicada a sus fanáticos, a los que denomina katykats y en la que las luces de los celulares alumbraban el lugar, Perry se cambió de ropa a “algo mas brillante”, dijo.
Presumió su pelo de arcoíris, preguntó quién estaba sudando y cuántos estaban ahí por primera vez. Casi al final de Grace of God, un fan le entregó una bandera mexicana, que Katy ondeó y la puso sobre su pecho.
Antes de cantar The One That Got Away dijo amar la Ciudad de México, lo que había comido y catalogó a los mexicanos como sus mejores fans. “Es verdad”, dijo. Y también presumió su visita a la Casa Azul de Frida Kahlo, quien consideró como la mujer más fuerte que ha conocido y “¡ella es mexicana!”, gritó, para dar paso a Unconditionally.
El ambiente festivo regresó con sampleos de éxitos de los años 80 y 90, aunque dada la edad de sus seguidores, nadie parecía emocionarse. Fue hasta que Perry apareció para cantar Walking on Air, que la audiencia volvió a conectarse y terminar de enloquecer cuando parecía que caminaba sobre el aire, como dice la melodía, al momento de ser colgada de un arnés y recorrer la mitad del escenario sostenida encima del público.
Así siguieron It Takes Two, Last Friday Night, Cali Gurls, Birthday y Firework.
A las 23:43 regresó a su hotel en Paseo de la Reforma para descansar y alistarse para su segundo show en el DF.
Katy Perry ama a México
La cantante estadunidense hizo vibrar a más de 23 mil personas, la mayoría jóvenes, que disfrutaron de su primer show en el Palacio de los Deportes
La cantante estadunidense hizo vibrar a las 23 mil personas que la acompañaron en el primer show que ofreció en el Palacio de los Deportes.
Antes de salir al escenario, Katy Perry fue sorprendida por los ejecutivos de su compañía disquera, quienes le entregaron un reconocimiento por las altas ventas de sus discos.
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Katy Perry no necesita escupirle a susfans para ganarse su confianza; se toma fotografías con ellos y les graba saludos en sus teléfonos celulares. Katy Perry no necesita que uno de sus bailares se golpee la bandera mexicana en el trasero para arrancar aplausos del público; la ondea con una de sus manos y al final la pone sobre su pecho en señal de respeto.
Invita a sus seguidores a amarse los unos a los otros, sin importar género o nacionalidad. Sabe quiénes son sus seguidores -niños, adolescentes y jóvenes- y por ello aprovecha su posición de estrella del pop para acercarse a ellos.
En el primero de sus dos shows en la capital mexicana, realizado anoche en el Palacio de los Deportes como parte de su
Prismatic World Tour, no hay senos al descubierto ni movimientos sexuales, sino apenas shorts y algunos bikinis que utilizan las chicas californianas, como lo es Katy Perry.
Hombres con lanzas sobre el escenario, otros descendiendo de estructuras metálicas sostenidos por cuerdas y armonías de Roarhicieron que la multitud gritara desenfrenada.
Y sólo el desenfreno lleno de pop melódico, colores pastel y un ambiente familiar, que hicieran que Perry fuera escogida por la NFL para amenizar el medio tiempo de su próximo encuentro, fue lo que se vivió la noche de ayer, cuando arrancó el show, a las 21:16 horas.
Las caras de un gran prisma comenzaron a levantarse del piso para quedar formado sobre el escenario y posteriormente abrirse como cuando una flor esta lista para florecer. De ahí surgió Katy Perry, quien fue recibida por la fanaticada como si fuera una diosa.
Y no fue para menos, así la ven las miles de personas que acudieron al Domo de Cobre y que la saludaron con gritos y aplausos que ensordecen.
Los movimientos de un lado a otro del escenario, y su salto en cuerda mientras su traje metálico de dos piezas brilla de las orillas con franjas de color rosa y verde pastel, demuestran la condición física de la joven que el 25 de octubre cumplirá 30 años.
Tras Part of Me y Wide Awake, Katy saludó al público.
“¿Cómo están? Los conozco desde hace mucho. Bienvenidos al Prismatic World Tour.
“Esta noche va a ser muy especial. Vamos a sudar mucho. ¿Están listos para hacerlo?
“Puedo ver los disfraces. Vamos. Esto sólo sucede en este momento”, dijo Perry para seguir su show con This Moment y Love Me, en el fragmento denominado Prismatic.
Instantes después el enigmático Egipto se apoderó del escenario con Dark Horse y la californiana vestida al estilo Cleopatra, montada sobre un caballo dorado que parecía ser real.
Así inició el espacio denominado Egipcio, que continuó con temas comoE.T. -en el que Katy se colgó por medio de un arnés a una estructura metálica-, Legendary Lovers y uno de sus primeros éxitos: I Kissed a Girl, en el que hubo momias con el trasero y los pechos exagerados, fuego y músicos volando.
Un gato negro -una de las fascinaciones de Katy- proyectado sobre unas pantallas gigantes al fondo del escenario, daban la bienvenida al espacioCat-Oure.
Gatos danzaban sobre el escenario-al más puro estilo del musical Cats- mientras la intérprete daba rienda suelta a Hot N Cold, con arreglos de grandes bandas y jazz, y vestida de rosa con orejas del mismo color.
“De Tokio a México” dijo mientras cantaba International Vogue Smile. Para rematar con el sampleo del tema Vogue, de Madonna.
Disfraces, coreografías elaboradas, pasarelas sobre el escenario y luces multicolores dieron paso al momento acústico. Antes de cantar By The Grace of God, dedicada a sus fanáticos, a los que denomina katykats y en la que las luces de los celulares alumbraban el lugar, Perry se cambió de ropa a “algo mas brillante”, dijo.
Presumió su pelo de arcoíris, preguntó quién estaba sudando y cuántos estaban ahí por primera vez. Casi al final de Grace of God, un fan le entregó una bandera mexicana, que Katy ondeó y la puso sobre su pecho.
Antes de cantar The One That Got Away dijo amar la Ciudad de México, lo que había comido y catalogó a los mexicanos como sus mejores fans. “Es verdad”, dijo. Y también presumió su visita a la Casa Azul de Frida Kahlo, quien consideró como la mujer más fuerte que ha conocido y “¡ella es mexicana!”, gritó, para dar paso a Unconditionally.
El ambiente festivo regresó con sampleos de éxitos de los años 80 y 90, aunque dada la edad de sus seguidores, nadie parecía emocionarse. Fue hasta que Perry apareció para cantar Walking on Air, que la audiencia volvió a conectarse y terminar de enloquecer cuando parecía que caminaba sobre el aire, como dice la melodía, al momento de ser colgada de un arnés y recorrer la mitad del escenario sostenida encima del público.
Así siguieron It Takes Two, Last Friday Night, Cali Gurls, Birthday yFirework.
A las 23:43 regresó a su hotel en Paseo de la Reforma para descansar y alistarse para su segundo show en el DF.
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre.- Katy Perry no necesita escupirle a susfans para ganarse su confianza; se toma fotografías con ellos y les graba saludos en sus teléfonos celulares. Katy Perry no necesita que uno de sus bailares se golpee la bandera mexicana en el trasero para arrancar aplausos del público; la ondea con una de sus manos y al final la pone sobre su pecho en señal de respeto.
Invita a sus seguidores a amarse los unos a los otros, sin importar género o nacionalidad. Sabe quiénes son sus seguidores -niños, adolescentes y jóvenes- y por ello aprovecha su posición de estrella del pop para acercarse a ellos.
En el primero de sus dos shows en la capital mexicana, realizado anoche en el Palacio de los Deportes como parte de su
Prismatic World Tour, no hay senos al descubierto ni movimientos sexuales, sino apenas shorts y algunos bikinis que utilizan las chicas californianas, como lo es Katy Perry.
Hombres con lanzas sobre el escenario, otros descendiendo de estructuras metálicas sostenidos por cuerdas y armonías de Roar hicieron que la multitud gritara desenfrenada.
Y sólo el desenfreno lleno de pop melódico, colores pastel y un ambiente familiar, que hicieran que Perry fuera escogida por la NFL para amenizar el medio tiempo de su próximo encuentro, fue lo que se vivió la noche de ayer, cuando arrancó el show, a las 21:16 horas.
Las caras de un gran prisma comenzaron a levantarse del piso para quedar formado sobre el escenario y posteriormente abrirse como cuando una flor esta lista para florecer. De ahí surgió Katy Perry, quien fue recibida por la fanaticada como si fuera una diosa.
Y no fue para menos, así la ven las miles de personas que acudieron al Domo de Cobre y que la saludaron con gritos y aplausos que ensordecen.
Los movimientos de un lado a otro del escenario, y su salto en cuerda mientras su traje metálico de dos piezas brilla de las orillas con franjas de color rosa y verde pastel, demuestran la condición física de la joven que el 25 de octubre cumplirá 30 años.
Tras Part of Me y Wide Awake, Katy saludó al público.
“¿Cómo están? Los conozco desde hace mucho. Bienvenidos al Prismatic World Tour.
“Esta noche va a ser muy especial. Vamos a sudar mucho. ¿Están listos para hacerlo?
“Puedo ver los disfraces. Vamos. Esto sólo sucede en este momento”, dijo Perry para seguir su show con This Moment y Love Me, en el fragmento denominado Prismatic.
Instantes después el enigmático Egipto se apoderó del escenario con Dark Horse y la californiana vestida al estilo Cleopatra, montada sobre un caballo dorado que parecía ser real.
Así inició el espacio denominado Egipcio, que continuó con temas como E.T.-en el que Katy se colgó por medio de un arnés a una estructura metálica-,Legendary Lovers y uno de sus primeros éxitos: I Kissed a Girl, en el que hubo momias con el trasero y los pechos exagerados, fuego y músicos volando.
Un gato negro -una de las fascinaciones de Katy- proyectado sobre unas pantallas gigantes al fondo del escenario, daban la bienvenida al espacioCat-Oure.
Gatos danzaban sobre el escenario-al más puro estilo del musical Cats- mientras la intérprete daba rienda suelta a Hot N Cold, con arreglos de grandes bandas y jazz, y vestida de rosa con orejas del mismo color.
“De Tokio a México” dijo mientras cantaba International Vogue Smile. Para rematar con el sampleo del tema Vogue, de Madonna.
Disfraces, coreografías elaboradas, pasarelas sobre el escenario y luces multicolores dieron paso al momento acústico. Antes de cantar By The Grace of God, dedicada a sus fanáticos, a los que denomina katykats y en la que las luces de los celulares alumbraban el lugar, Perry se cambió de ropa a “algo mas brillante”, dijo.
Presumió su pelo de arcoíris, preguntó quién estaba sudando y cuántos estaban ahí por primera vez. Casi al final de Grace of God, un fan le entregó una bandera mexicana, que Katy ondeó y la puso sobre su pecho.
Antes de cantar The One That Got Away dijo amar la Ciudad de México, lo que había comido y catalogó a los mexicanos como sus mejores fans. “Es verdad”, dijo. Y también presumió su visita a la Casa Azul de Frida Kahlo, quien consideró como la mujer más fuerte que ha conocido y “¡ella es mexicana!”, gritó, para dar paso a Unconditionally.
El ambiente festivo regresó con sampleos de éxitos de los años 80 y 90, aunque dada la edad de sus seguidores, nadie parecía emocionarse. Fue hasta que Perry apareció para cantar Walking on Air, que la audiencia volvió a conectarse y terminar de enloquecer cuando parecía que caminaba sobre el aire, como dice la melodía, al momento de ser colgada de un arnés y recorrer la mitad del escenario sostenida encima del público.
Así siguieron It Takes Two, Last Friday Night, Cali Gurls, Birthday y Firework.
A las 23:43 regresó a su hotel en Paseo de la Reforma para descansar y alistarse para su segundo show en el DF.
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